Tiger Woods es un hombre y un jugador diferente
Woods sufrió un doble bogey el día final del Players |
PONTE VEDRA -- A los 37 años, Tiger Woods es un hombre y un jugador diferente. De aquel chico que se llevaba el mundo y sus rivales por delante, que ganaba por diferencias que dejaban en ridículo a los rivales, que sobre el final no parecía sentir nervios y que embocaba siempre los putts que necesitaba, le ha dado paso a este hombre que tiene que sufrir para ganar, que se equivoca, que sobre el final no siempre pega los golpes que dejan sin aliento a los rivales y que parece más humano.
Cuando Tiger llegó al tour, sus rivales lo miraban como a un extraterrestre bajado de un OVNI. Él mismo se encargó de elevar la vara tan alto, que aquellos chicos que lo miraban por televisión se dieron cuenta de que si alguna vez querían llegar al tour y competir, lo tendrían que hacer jugando como la hacía Tiger. En aquellos tiempos decíamos que el rival de Tiger no iba a salir de ninguno de los que jugaban en esos días, sino que sería uno de esos chicos de entre 10 y 15 años que lo idolatraban.
Hoy vemos que Tiger ya no les saca 50 yardas a sus rivales desde el tee, que hay golpes que ya no puede pegar y que sus nervios no son los mismos de antes, pero su deseo de seguir mejorando es tan grande, que lo hace seguir buscando nuevos swings para poder competir con estos jóvenes que hoy juegan en el tour.
Si me preguntan, creo que en lo que va de este año sigue siendo el mejor del mundo. Sólo Rory McIlroy, cuando se enciende, nos hace olvidar lo bueno que es Tiger Woods. El problema es que el norirlandés no vive para el golf, se distrae con otras cosas y disfruta de lo que cualquier chico de 24 años con mucha plata haría.
El resto sigue estando muy lejos de Woods.
Si me preguntan si creo que superará el récord de 18 Majors de Nicklaus, ahí no puedo responder. Siempre Tiger dijo que ese récord era lo único que le importaba y que cualquier año sin Majors era un año perdido en su carrera. Desde aquel triunfo en Torrey Pines cuando derrotó a Rocco Mediate en el playoff del US Open, han pasado 5 años, una operación de rodilla seria, un divorcio escandaloso y una mudanza. Todas esas cosas le provocan un nivel de stress a cualquier ser humano, y Tiger las sintió. Ha estado cerca varias veces y siempre pasó algo que lo privó de la victoria; muchas veces porque los otros se inspiraron, pero otras fue el mismo Woods el que cometió los errores que lo hicieron perder.
Estamos viviendo una época diferente en el golf. Una época en donde el mejor del mundo, quizás el mejor de la historia, tiene que esforzarse al máximo para levantar el trofeo. Lo peor para él, es que ese máximo esfuerzo no siempre le va a alcanzar.
Bienvenidos a este nuevo tiempo, por cierto, mucho más entretenido.
Fuente: espndeportes
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