martes, 14 de mayo de 2013

Alonso ganó en España. Massa completó el 1-3 de Ferrari

Alonso ganó en España. Massa completó el 1-3 de Ferrari
La fiesta en casa




BUENOS AIRES -- Aquella vieja frase de Juan Manuel Fangio, que instaba a ganar una carrera de autos yendo tan lento como fuera posible, no ha perdido vigencia después de 60 años.

Eso es lo que impone la Fórmula Uno en la segunda década del siglo, en la que los neumáticos dictan condiciones. Fernando Alonso, fino y astuto como el que más, fue rápido cuando debía serlo, contó con una F138 que trató el caucho con la suavidad requerida y la estrategia de cuatro detenciones le rindió una emotiva victoria en casa.

El asturiano armó desde la partida su segundo triunfo de la temporada, también segundo de su campaña en el Gran Premio de España, y undécimo con la Rossa en su cuarto año con la marca italiana. Con su 32ª victoria, el bicampeón 2005/2006 se despegó de Nigel Mansell en la estadística y sólo tiene adelante a Ayrton Sena (41), Alain Prost (51) y Michael Schumacher (91).

Alonso sólo había podido ganar una vez en 11 Grandes Premios el Circuito de Catalunya, en 2006 y desde su única pole position en Montmeló, camino a su segundo título con Renault. Un par de segundos lugares, incluido el de 2012 detrás del venezolano Pastor Maldonado, habían sido su mejor cosecha posterior.

Aunque el historial en España no les daba demasiadas posibilidades de victoria a quienes partían fuera de la primera fila (Schumacher había sido la excepción en aquella épica carrera con lluvia en 1996), la actualidad del Campeonato Mundial permitía que Alonso y unos cuantos albergaran sueños de triunfo a pesar de que Mercedes había copado la hilera inicial.

Los entrenamientos habían dejado como pista que tanto Ferrari como Lotus contaban con buen ritmo con neumáticos duros y mucho combustible. Las 66 vueltas en Montmeló refrendaron la tendencia. Alonso, quinto en la grilla, volvió a largar con la solvencia habitual y pasó a Kimi Räikkönen al tiempo que Sebastian Vettel superaba a Lewis Hamilton. De inmediato, el local encaró a Hamilton en la tercera curva, lo emparejó por afuera y se acomodó tercero. Luego del primer turno de detenciones en boxes quedó adelante del campeón y poco después, en el inicio del 13º giro, Alonso usó el alerón móvil en la recta y dejó atrás a Nico Rosberg, el autor de la pole.

La quinta fecha del Mundial mostró entonces el verdadero orden: Ferrari, con Alonso, versus Lotus, con Räikkönen. Más tarde quedaría claro que el duelo sería también estratégico: las cuatro paradas de la Scuderia, que apostó a turnos más cortos y un ritmo más intenso, frente a las tres detenciones pautadas por Lotus. Para eso, el finlandés ganador en Australia necesitaba mantener un paso lo suficientemente veloz para que Alonso no estirara su ventaja al frente tanto que le permitiera parar sin perder la punta. La estrategia de Ferrari pagó dividendos tanto para Alonso como para Felipe Massa. El brasileño, apenas una milésima más lento que su compañero en la clasificación, había perdido tres lugares en la grilla por haber tapado a Mark Webber. Largó noveno. Preciso para ganar puestos desde la salida, el paulistano terminó en el podio por primera vez en el año y por tercera vez en casi dos temporadas y media.

El esfuerzo de Räikkönen con gomas medias muy gastadas para mantenerse cerca de Alonso antes de la última detención, y su ímpetu posterior para aprovechar las mejores vueltas del flamante caucho duro que colocó en el 47º giro no fueron suficientes para impedir la victoria del asturiano. El campeón 2007 fue el único Lotus en pista luego del abandono de Romain Grosjean por una extraña falla en la suspensión trasera derecha.

El talento de Vettel y el esfuerzo estratégico de Red Bull no alcanzaron para que el alemán pudiera pelear por la victoria a pesar de su prometedora tercera posición en la grilla y el buen ritmo inicial. El plan táctico sirvió para el avance de Webber, que había partido desde el séptimo cajón. El aterrizaje en Europa luego de cuatro fechas de ultramar con dos victorias de Vettel no fue el esperado para el equipo de Milton Keynes, que sólo sumó unos cuantos puntos. Seb bajó del podio por segunda vez en la temporada, aunque siempre ha terminado entre los cuatro primeros.

Las esperadas mejoras de Mercedes y McLaren continúan en sala de espera. La primera fila de las Flechas de Plata con Rosberg y Hamilton fue un espejismo. A diferencia de 2012, los Mercedes pueden dar una vuelta rápida en clasificación. Así lo muestran sus tres poles al hilo en cinco fechas, las dos últimas consecutivas del alemán. De todo eso Mercedes apenas rescató un podio, el tercer puesto de Hamilton en China, como mejor colocación. La degradación de las gomas durante la carrera dejó a Rosberg y Hamilton indefensos, superados en lugares insólitos, girando a ritmo de calesita. Rosberg apenas llegó sexto a más de un minuto del ganador y Hamilton ni siquiera sumó.

Jenson Button y el mexicano Sergio Pérez terminaron otra vez juntos, aunque no tan cerca y sin refriega como en Bahréin. El paquete de mejoras de McLaren no tuvo correlato con el rendimiento del coche ni con el resultado, pese a lo cual el campeón 2009 mostró su constancia, y el tapatío, el talante luchador que lo puso en el centro de la escena en Sakhir. El camino del ascenso parece tan escarpado como el que afronta Williams, ganador el año pasado en Montmeló con Maldonado y hoy una sombra en el tercio final del pelotón. Por si los males del FW35 no fueran suficientes, Pastor perdió más tiempo con una pasada obligatoria por boxes porque excedió la velocidad permitida en su primera detención. Terminó 16º y a una vuelta de Alonso, aquel al que supo contener en 2012 para ganarle magistralmente como visitante. Aquello es hoy una postal de la gloria pasada mientras Alonso disfruta en tiempo presente.

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